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LA
FOTOGRAFÍA (1946)
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TIENES LAS MANOS VACÍAS
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Y A
PESAR DE TODO
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¡NO ME PREGUNTES MÁS!
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LOS OJOS DEL AMOR HABLAN
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Hoy sólo pienso en tu muerte
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MI PUEBLO
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¿RECUERDAS?
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ME ALUMBRARÁ EL SOL A MEDIANOCHE
Me alumbrará el sol a medianocheEn el suave sueño que el corazón viveY alzaré la copa de los días festivos Cantando de nuevo los caminos en calma;
Sonreiré ante los amargos desiertos Construyendo sencillos y amables rostros, Lanzando cosas pequeñas infinitos regalos, Grandes misterios escuchando la voz de los [bienaventurados;
Volverán las historias silenciosas A gritar las sagradas palabras de alegría, A llorar en la cascada de rosas blancas Las imágenes de soledad bailando los encuentros;
Amaré persiguiendo la dicha con sus colores En el reino de los tesoros compartidos De los amigos de los ensueños y las realidades Desenterrando raíces de cualidades y valores.
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Muñeca, eres la flor de mis ternuras, Perfecta rosa de linda mirada, Amada mía, mujer de mis hogueras De viña florida fruta granada.
Chiquilla, eres el sol de mi futuro, Que sueño, siempre te sueño conmigo, Que sueño, dulce suspiro seguro, Del grito, cálido que duerme contigo.
Reina, romance de miel de mis besos, Despierto linda con un gran te quiero, Claro terciopelo fiel de mis brazos De fuego ¡mira! Por ti casi muero.
Fruto, amor de mi rica entrega, El fresco aroma fuerte llega Manos de casi estrellas del cielo Al tocar como una canción mi pelo.
Chiquilla, eres el sol de mi destino, Mi Reina flor de los claros colores, El sueño dulce caricia divina En dulce miel de los finos amores.
Fruto, amor de mi rica entrega, El fresco aroma fuerte llega Manos de casi estrellas del cieloAl tocar como una canción mi pelo.
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Las palabras que cubren el espacio no llegan [a llenar la indiferencia: Como el cristo crucificado he visto al hombre morir: La oscuridad es más densa que los gritos, Y el ruego se desnuda dentro el corazón de piedra. La luz y la respiración dejan caer sus párpados Y por un instante mueren gastando su lenguaje: El niño ha roto su inocencia Y el mundo no tiene espejo, memoria ni olvido, Mientras la lluvia de sangre persiste. La vida, la suplicante vida Que no es llanto sino rodillas en la tierra, Santuario de inventos del metal y odio, Estocadas de silencio, presidio y lágrimas en suspenso, Siguen su curso en espera de la aparición del árbol [y el pájaro de la noche: Horas, láminas de imágenes, remolino, recordándonos [la vida verdadera.
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PIES DE BARRO
No sabes (más bien lo tratas de olvidar) qué cosas o mentiras se acumulan y mantienen el alma manchada (tal vez parece hierba seca hoy encendida) de deslices que se han ido, algo queda ( están más vivos que lo nuevo) que nutre el remordimiento y el sueño, y continúan (parecen espinas enterradas) dando señales en medio de tus males; así lo sientes, te sobresalta (te dan ganas de no haber nacido) porque te llevan y te traen y no te dejan respirar aquellos momentos de inocencia, hay sólo espejismo oscuridad en tu día que abre grietas, rendijas (augurio de tu próxima partida) de esta vida de ahora; no sabes por qué te amarran mientras te mueres, será que no quieres romper tus lazos falsos (no hay miel, ni flor, ni hambre, ni verdad, sólo un vacío) que aprietan en tu alma, mientras tú mismo sigas hincado bajo sus redes (alza los pies de barro con tu voluntad serena) Ricardo Serna G
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Junto a mi corazón estás tú, igual que yo: como una rosa En mi alma abierta ante Dios: gracia y amor.
Oh esta verdad, amada, donde nos besamos sin parar Nosotros: Rosas, Del jardín de las flores. Más hermosas como nunca. Más cerca. Más y más.
Pétalos que se funden en el calor de la vida que brilla Dentro y en el fondo de nuestra noche de cielo : [estrellas para siempre
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TUS PALABRAS, SEÑOR, DESPIERTAN EN MI BOCA
La luz ha descendido mientras las estrellas nos observan, Transformándose en palabras en pleno torbellino de imágenes: Abiertas que oímos acariciar el cántaro de la sed: Filamentos espirituales – las verdades- Que despiertan en mi boca: Oímos la desesperación y la suave respuesta, El callar que lo retiene el vacío y la voz del amor, El dolor abriendo sus ojos y la fuente bañándonos de claridad; Echamos la red y el aliento se llena de Universo: En el mar de los cantos errantes, Más allá de la memoria infinita, En las alas del sueño inicial, Donde el color es simplemente azul Con la erupción del Ser, El lenguaje maravilloso, Los vientos envolviendo todo, Acariciando y penetrando,
A los ojos cerrados y bocas vacías.
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SOY
SOY la fotografía del adiós, y del recuerdo, [y los minutos cerraron los pasos para siempre y la voz de la palabra que dejó quieta la esperanza, la edad, el reclamo y el amor.
Mientras tú sigues tu marcha, bajé a mi manantial de mi [conciencia, lavé suavemente la realidad de mis errores, los pecados, secretos enredados en los miedos, los olvidos causantes de las soledades y esa sensación de abandono que no deja de [atormentarme.
Y tú, vas por otros caminos que no terminan en nada [y que no abren sus ojos, que no tienen escapatoria, con martirio lejos [iluminando aceros en el corazón, siguiendo el vagabundo, hallando por azar la historia, la víctima, el actor principal torturando su cama [desierta.
Y yo, estoy tranquilo, amaneciendo, anocheciendo, en mi paraíso, con luces, sin luces, sin sangre, tocando el aire suave de la eternidad, con una fantasía en suspenso en el tiempo sin miedo de perderlo.
Eres, cosas vivas con apariencia de rosas marchitas arrastradas por la corriente de vinos amargos, cuando suenan las hojas muertas disfrazadas [de claro de luna, bebidos por los restos de tierra en el aliento [de la despedida.
Soy, todo oídos en la hora de las horas, sin sueños malos, huérfano y viudo a la vez, ojos en llanto sin canto de lluvia, con un poco de polvo hacia el infinito [azul
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Hay en mi interior cosas dormidas, cuando penosas tragedias quedaron asustadas [casi al final de mis fracasos: se trata del olor del silencio y de [cenizas de antaño, de escándalos de aquel polvo que no se [ pudo lavar en la mañana, de aquel beso que desapareció por [ausencia de caricias; aguas y tormentas inclinadas a mis horizontes, vinagre en los callejones y caminos de mi casa, del rincón desierto, inmóvil ante mi mirada; hormigueros cayendo sobre mi pecho, flores que no estaban en su sitio, rompimiento de las promesas eternas.
A la deriva, recorrí toda mi vida, cuando la [felicidad me ocultaron, quedaron en mis hojas de mi diario [impreso mis fracasos: todos los días estrellándose en mis [ojos como pesadilla, allá viene el invierno, sin pasar [ por la primavera; y caminé con mis pies de barro todo [ un medio siglo,
¡quién diría! Levanté mis manos al cielo [en busca de alivio de mi fatiga; siempre en medio, la pared de escasa nobleza, difícil de escapar, de su terrible franqueza. Desearía beber desesperado un poco [el licor de los labios del descanso.
¡Cuántas esperanzas de triunfo en mi alma, [cuando sus voces nunca llegaron!, quedaron dormidas como premio [ de mis fracasos: no son mis manos, ni mente fuente de regalos, son palabras caídas apiladas [sin corona, mal vestidas, con lluvia de tristezas, cantos contenidos, fuego de tormentos recibidos [ golpeando los sueños; no es mi estrella, ni mi suerte [ fuente de milagros, son islas contenidas en el espacio, perdidas en eterna angustia rogando salir de su abandono.
RICARDO SERNA G.
DE MI LIBRO: LABERINTO
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Y si muero mañana estaré preparado con mis cosas más importantes, tendré en mi mano la cruz de mis cielos que tejerá la luz de mis primeras y últimas palabras; que sonará el reloj de mi campanario donde la hora de mi primavera, volverá victoriosamente coronada de azul encanto, infinitamente acompañarme; guardará la fábrica de sueños en su momento, tendrá en mi casa el refugio seguro, y abrirá mis ojos por última vez para contemplar el rostro de mis amores; la llevaré a mi boca para besarla con encendido entusiasmo y rezar con alegre sentimiento mi despedida y encuentro.
¡Y si muero mañana ....!
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LEÑA PARA MI FUEGO
Claro aroma a hierba entre mis éstos y aquellos, a madera cuerpo girando en mis misteriosas raíces, en la redondez de mi polvo ardiente junto a mis manos muy lejos de la nieve; pero no es para siempre, el canto del gozo pronto dormirá en la espera y llorará que de nuevo se exciten las llamas del fuego.
No hay heridas que sangren olvido, sólo quiero que mi árbol se queme en eternos mismos infinitos inciensos: sólo el olor a las ramas de olivo, a las hojas en constante vuelo cubriendo los sueños en flores del paraíso y a la dicha de verde oliva.
Hay un calor de sufrimiento negativo en el aire toneladas de humo seguidas de dos figuras abrazándose que empieza a ser el cielo acostándose en pleno día, sembrándose hasta la función quieta y sin ruido apagando una a una las estrellas que con nuestras bocas habíamos prendido.
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DESPUÉS DE CINCUENTA AÑOS
Es el tiempo, no sé qué recuerdos, agujas ensartadas, las miro bajo mi apagada veladora, rogando a mi Dios al final, ya cansado.
Recuerdo: el llanto de mis niños en sus juegos, porque su inocencia, con sus lágrimas, limpiaba mis desvelos borrando de un plumazo mis preocupaciones. Brillantes anhelos, si me dieran sus estrellas, podría, no digamos robarlas para siempre, ¡hubiera disfrutado un poco de sus mieles!, seduciendo mis negros cementerios;
el “te quiero”, riqueza de golpe, martillo suave para el corazón, minutos eternos de luz, borrando de un plumazo mis dolores. Suaves perfumes, si me dieran sus fragancias, Podría, no digamos embriagarme para siempre, ¡hubiera disfrutado un poco de su olor!, seduciendo mis corrientes de amor.
Exijo: levantar todas mis muertes de sueños truncados, preparar la primavera a mi edad; sacudir las arenas de mis bolsas olvidadas, dejar correr la corriente de mis polvos mojados, las dolientes tinieblas ciegas, las enmarañadas angustias de mi corazón, los grises pecados del hastío; arrancar las raíces enterradas, matar el silencio con un solo golpe, cortando el innoble superviviente, el dolor; caminar en las verdes praderas, espantar las sombras de las desdichas con alegría, podría, no digamos ganar para siempre la gloria, ¡sólo disfrutar por un instante su cara!, seduciendo al ruiseñor de la felicidad.
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No a la guerra de hombres contra hombres un río rojo como olvidos y muertes de simples números, y no, ni pongan a Dios como su bandera delante de la trinchera, ni griten venganza para limpiar la sangre con la sangre coleccionando cadáveres y escombros; y no, ni pobreza y hambre que vemos desde fuera como una fotografía perdida en nuestro armario, y no, ni digan que debemos estar en este baile, ni la fiesta es una demostración de explosiones necesarias para llegar a nuestro destino.
No a la guerra de dolores y terrores unas lágrimas cayendo como lluvia y derroches de odios y confusiones, y no, ni dolor avalancha cegadora extendida en la tierra, ni matemos nuestra historia firme esperanza limpia esportiva esparcida por nuestro Padre; y no, ni nos vamos, ni nos lleven a revivir los quitasueños en un limo de temores, ni aceptemos la falange como reyes de nuestra defensa a nuestra vida azorada impasible al dolor; y no, ni queremos el preludio de este final grima que nos arranca de la verdad, ni cerremos nuestra alma a la oración: ¡sí, no a la guerra, no al odio y al dolor, Dios escucha nuestra canción!
RICARDO SERNA G DEBEMOS VENCER CON LA PAZ A LA GUERRA
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CON LAS MANOS AMARRADAS
Hace como diez años después que no he podido salir de mis recuerdos de ahora, que las raíces de mi árbol han amarrado mi madera y no han dejado hacer ni siquiera fuego y humo pasajero de los caminos del mundo. Prefiero ahora ser pez del mar, vivir en las profundidades plenitud vitrina de cristal, perdido con las perlas vivas de la eternidad, para arrancar ese corazón solitario amarrado con sus rejas invisibles de antaño. ¿Cómo salir del destino sin morir aún viviendo?
Hace como diez años antes que no he podido salir de mis sueños del mañana, que los hilos de mi cielo han amarrado mis pensamientos y no han dejado hacer ni siquiera carne y hueso en un rincón fuego plenitud dorada frescura fuerte pincelada de la vida. Prefiero ahora ser simplemente arena, paz de los mares, caricia de la luna, huésped de la fortuna, amarrado a la puerta de los lamentos. ¿Cómo salir del destino sin vivir aún muriendo?
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